La dignidad va más allá de un derecho fundamental y se debe comprender como un principio, un pilar inherente de la condición humana. Por mi formación como abogado debo reconocer que para mí la dignidad tiene un gran peso, es por ello que yo considero que toda persona merece el mismo trato por el simple hecho de ser persona, sumado a esto, se debe reconocer al otro en su humanidad, la cual nos lleve a la verdadera construcción de una civilización. Considero que existe una misión muy importante para todos y es reconocer al otro como un sujeto, es decir, un ser que piensa y siente independiente de su condición económica, social y política. El poder de la gente nace cuando comenzamos ver al otro como un ser humano igual que yo, con dignidad.
El cristal representa para mí el principio de la transparencia, por ello es parte de la visión que tengo sobre la política, este principio se sustenta en que lo transparente deja de ser una palabra y se puede volver algo real para toda persona, yo he denominado a mi camino en lo público, la era del cristal, donde las personas van adquiriendo unos estados de madurez y conocimiento sobre la democracia de gran importancia, lo anterior, producto de un proceso de educación de lo que sucede en el escenario público, por ello la transparencia para mi es importante y tiene como finalidad que la gente pueda ver como por un cristal el quehacer de quienes trabajan en lo público.
La libertad es uno de los pilares de mi pensamiento, entendiendo la libertad como parte inseparable de la responsabilidad, del camino real que debemos asumir quienes somos ciudadanos. Es en la libertad que podemos construir autenticas transformaciones en nuestra sociedad, cuando la gente comprende lo que significa la libertad en el marco de una democracia, el poder de la gente comienza a ser un asunto tangible, real y perceptible por los sentidos.
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